7 de octubre de 2010

Otoño



 Se acabaron las tardes de verano, y las noches en el parque. Se acabo el comer helados cada dos por tres, y el beber agua sin parar. Ya no más tardes de piscina ni fines de semana de playa, por un tiempo. Ya queda poco moreno y empieza a llevarse el blanco leche. Los días de pipas, tendrán que ser debajo de un portal y no en medio de la plaza -Aunque ahora pasare más tiempo en la biblioteca que comiendo pipas, la verdad-. Ya nada de terrazas ni de granizados de limón, que ahora sienta mejor un buen café calentito en cualquier lugar cercano. E incluso he de cambiar el día si, día también de 'fiesta' por el hoy no, y hoy tampoco 'salgo'. Además tengo que decir adiós a eso de meterme en las fuentes y de correr por delante de los aspersores. Ya me toca guardar las camisetas de tirantes y empezar a sacar las bufandas de colores. Ya, se me acabó el verano.
Así que recibiremos pues al frío. A esos chaquetones gordos que dan casi tanto calorcito como mamá. A el pijama que me regalo mi abuela el cual hace que el llegar a casa sea todo un afán -los días que no te da por ponertelo hasta debajo de la ropa-. También volver a pisar hojas secas y a darles 'pataditas' mientras caminas por el parque. Incluso a, esquivar los charcos de los coches o, saltarlos sin coches de por medio. A Llegar tarde a clase ,o nunca, algún día. A pillar virus y toser en el bus, en el metro y en el cine. Porque ahora, es tiempo de cine, y más de películas de esas romanticonas que pegan mucho en estas fechas siempre y cuando las vea en buena compañía, o sola, dependiendo del día, de la peli y de la compañia. También viene el tiempo de sentir la libertad de poder mojarme la cara bajo la lluvia. Y el de las tormentas de tardes de añoranza, y vasito caliente de leche, observando por la ventana truenos y relámpagos. Llega una época, que para mi es algo así como, bonita y melancólica. Llega mi cumpleaños. Llega, un otoño maravilloso

No hay comentarios: